A continuación se narran las vivencias más controvertidas o de como unos bellacos hispanos las prepararon pardas en Centroeuropa: Aunque casi todo el rato estabamos de cachondeo y la cerveza se convirtió en nuestra bebida favorita ( 2-3 litros por barba al día, menos los élite,claro que son unos pin-pines ) existieron ciertos "picos" por unos u otros motivos.
Una de las primeras juntó deporte y birra, con un beer-relay que no se lo salta un tano, aaaaaaaaaayyyyyy payo. Pasamos de las carreras nocturnas y demás, TENÍAMOS EL DEBER MORAL de participar en el relevo de cerveza, y así, formamos un equipo de 3 corredores que íbamos a participar en el siguiente orden: 1º Pedro, alias Jabalí, Smeagol, Cojomantecas, Minardi, etc, 2º Ángel, alias La Bestia, Señor de los Charquillos, Jakob Towers, etc y 3º mi menda lerenda, alias Patxorrita, Ponzoñita, el Toallitas, etc. Antes de hacer 3 controles en un pequeño plano en escala 1:5.000 había que beberse medio litro de cerveza del tirón y volcar la espumilla del fondo sobre la cabeza para que se viera que se había bebido todo. Parece que medio litro no es mucho, ¿eh? Probad, probad. Si, sales a correr como una moto y no pasa ni un minuto que se te viene todo a la boca y lo rematas con un erupto como una explosión volcánica con saborcillo a lúpulo. Nosotros no pasamos de la primera eliminatoria pero los que llegaron al final se metiron p´al pecho 3 litros de cerveza en apenas 3 cuartos de hora. Encima cuando llegaban o leían el plano les echaban por encima baldes de agua fría.
Otra mítica se disfrutó en una minidisco en Novy Bor cuando apareció una chavala y se sube a hacer un strip-tease, después apareció Omar y, llevado por la emoción, dejó a la striper profesional a la altura del barro. Aquella pudo ser una noche mágica, ya sabeis cuando la proporción de chicas a chicos es de cuatro a uno. ¡ Inglés, inglés. Mamá, ¿ por qué no aprendí checo en la escuela ? !
Otra noche buena, buena, la pasamos a orillas del Lago Balatón, cuando buscando, buscando, al fin damos con una disco en la que había bastante lío. Una vez más el no hablar el idioma local ( el húngaro viene a ser el euskera de centro Europa ) nos frenó bastante a la hora de las relaciones sociales. Pero lo pasamos bien con un par de mozas con las que no nos entendíamos sino con el lenguaje corporal...
Por último habría que hacer mención a Budapest "la nuit" y a las "noches temáticas" de un bar en Parad, en las montañas húngaras: La primera boda gitana, la segunda concierto ¿ heavy ?, la tercera ni me acuerdo...
Hasta mi próxima crónica amigos/as.
"Haces más eses que Fraga con tacones de aguja" ( Eva Hache, 2005 ).
