En la imagen pueden verse los últimos controles y en rojo el itinerario seguido por Edu y por mi. Después de alcanzar el 8º control sin dificultad, se apreciaba que el 9º podía ser complicado y la prioridad era no fallar, pero aun así, la dificultad propia del manejo de la escala 1:20.000 nos hizo desviarnos y quedarnos cortos al alcanzar la baliza. Justo antes de encontrar el 9º control, llegaron los corredores del UPC, y Edu que no les reconoció les preguntó que si habían visto ese control. Al poco encontramos la baliza y los dos equipos encarábamos el final de la carrera igualados y faltando tan sólo tres controles. Nosotros salimos por una zona sin piedras pero al llegar a un claro en un camino poco visible fuimos alcanzados ( cuadrado amarillo superior ), allí identifiqué claramente nuestra posición e iniciamos la carrera por el camino hasta salir a otro más marcado. Al principio, los catalanes nos siguieron para posteriormente ponerse en cabeza, quiero pensar que sabiendo por dónde iban, sin embargo al doblar la curva del camino marcada con el cuadrado amarillo inferior, estos habían desaparecido. Nosotros seguimos hacia el control entrando y saliendo desde el camino por el mismo lugar; de lejos la mejor opción ya que cualquier otra implicaba el pasar por un lapiaz, lo cual frenaba muchísimo la carrera.

Al dirigirnos hacia el 11º control, Edu pensaba que estaba todo perdido e incluso abandono la lectura del plano dejando en mis manos la tarea de rematar la competición, más escéptico respecto al resultado final. Yo tenía claro que nosotros habíamos ejecutado la mejor opción para picar el 10º control y que si habíamos perdido el contacto visual con los UPC era porque se habían liado con el verde y las piedras o porque realmente volaban como quien lleva detrás al diablo.

Subiendo hacia el último control, la preocupación de Edu era que los catalanes vinieran por detrás y nos superaran dada su superioridad física, arrebatándonos el triunfo por unos segundos, sin embargo esto no sucedió.

Al entrar en meta, satisfechos pero aún inseguros, buscábamos con la mirada por todas partes pero no aparecían, asi que tras coger algo de avituallamiento nos fuimos a cambiar al coche y cuando ya casi estábamos cambiados, aparecieron los del UPC. En principio, ya podíamos respirar tranquilos. Aunque a mi me mataba la curiosidad, al final no les preguntamos qué puñetas habían hecho, cómo habían perdido tanto tiempo en unos controles fáciles a priori.

Una vez más se vió que en la orientación no es decisiva la condición física y que además hay que mantenerse estable emocionalmente y luchar hasta el final, no importa los errores que se hayan cometido antes. Fue el triunfo del pundonor, de la mente serena, de la clase y de la experiencia, vamos, digo yo.

�ltimos controles de la prueba del domingo. 

Análisis de la victoria en el CEMO 06: Tras la 1ª etapa, Edu y yo estábamos a casi 12 min. del equipo de veteranos de la UPC, visiblemente más preparados físicamente y en cuanto a ligereza de material. Sin embargo, la dificultad técnica del plano y la presión con la que salieron el 2º día hizo que pudiéramos alzarnos con la victoria. El domingo todos los equipos cometieron errores y perdieron tiempo, la cuestión era perder lo menos posible, situación calcada de carreras en otros planos kársticos como Entzia o Urbasa. El domingo la salida era a la caza para diferencias hasta 45 minutos y nuestros rivales cometieron errores desde la salida, inicando la marcha directamente hacia el Norte cuando el primer control estaba hacia el Oeste. Era evidente que la diferencia no era mucha y nuestros oponentes tenían mucha presión. Por nuestra parte la táctica era clara: Intentar no fallar o hacerlo lo menos posible y darlo todo físicamente, sin embargo ya en el segundo punto sufrimos un revés ya que nos dejamos arrastrar por las parejas ganadoras de las categorías veteranos mixta y senior femenina; pasando al lado del control sin verlo. Más tarde, por un error mío al leer el plano, hicimos una mala salida del 5º control ya que íbamos hacia el 7º en vez de hacia el 6º, afortunadamente rectificamos a tiempo, si bien tuvimos que atravesar una difícil y peligrosa zona de lapiaz.